Presidente ecuatoriano da clave del éxito del "socialismo del siglo XXI"

Spanish.xinhuanet.com   2017-05-06 04:46:46

LA HABANA, 5 may (Xinhua) -- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy que la clave del éxito del "socialismo del siglo XXI" es poner la economía en función del bienestar humano y lograr que el poder político defienda el interés común de las grandes mayorías.

Luego de recibir el doctorado Honoris Causa en Ciencias Económicas que otorga la Universidad de La Habana a destacadas figuras nacionales y extranjeras, Correa ofreció una conferencia magistral, donde expuso sus experiencias vividas en los 10 años en la Presidencia.

"Son los conceptos los que hacen la diferencia. Lo fundamental del socialismo del siglo XXI es la supremacía del trabajo humano sobre el capital, expresada en salarios dignos, estabilidad laboral, seguridad social, justa distribución de la producción y del progreso técnico", dijo.

Correa recordó que América Latina es el continente más desigual del planeta, por eso, a su juicio, cualquier proceso político progresista tiene que plantear en primer orden una justa redistribución de la riqueza, que se traduzca en transformaciones sociales profundas.

Aunque, dijo, este intento conlleve a enfrentamientos con la derecha, presiones de grupos de poder y pugnas de intereses que buscarán revertir la actual realidad de algunas naciones de la región, cuyos gobiernos velan por garantizar mayor equidad y progreso compartido.

"El desarrollo es básicamente una cuestión política y luego lo técnico, el manejo de los recursos, la economía política", afirmó.

"Nos han vuelto funcionales para los intereses del capital financiero, por eso resulta vital que el poder político lo tenga el pueblo para cambiar el estado burgués, acabar el neoliberalismo y fortalecer el poder del Estado", señaló.

El mandatario consideró que resulta impostergable ubicar al ser humano no como un medio de producción, sino el fin mismo de ésta y lograr que el mercado se someta a las necesidades de la sociedad y no viceversa, como tradicionalmente ocurre.

Además que el conocimiento sea reconocido como un bien público "sin rivalidad del consumo" y de libre acceso pero para eso, argumentó, se necesita una "nueva gestión", tanto de este patrimonio como de la innovación.

Al respecto se refirió a los cambios promovidos en sus dos gestiones presidenciales en Ecuador (enero 2007-mayo 2017) y mostró cifras que sustentan la afirmación presentada de que el suyo es un país "en franco desarrollo, con estabilidad política, democracia plena, soberanía, capacidades, justicia y dignidad".

Todo ello logrado gracias a la aplicación de medidas de marcado impacto social y transformaciones institucionales que contribuyeron a que Ecuador se convirtiera en una década en la tercera nación menos desigual del continente (0,465 en 2016), según el coeficiente Gini.

A pesar, incluso, de la seria crisis sufrida por ese país desde 2015 debido a cuestiones externas (caída de los precios del petróleo) e internas (desastres naturales, terremoto de 2016 y embates por el fenómeno climatológico de El Niño).

"Técnicamente Ecuador superó la recesión en apenas dos años y sin tener una moneda propia, sin tener que aplicar programas de ajuste ni los tradicionales paquetazos neoliberales, con el mínimo costo social posible y con una increíble capacidad de recuperación", destacó.

Algunas de las estrategias que mejores resultados le han aportado a Quito en esta coyuntura, de acuerdo con Correa, fueron la de elevar los aranceles de algunas importaciones, reducir el gasto público y un adecuado manejo financiero.

Esto, unido a un conjunto de medidas implementadas con anterioridad para mejorar los ingresos netos fiscales, como es el caso de recomprar la deuda externa, renegociar los contratos petroleros e incrementar la recaudación tributaria, "han rescatado al país de la profunda crisis económica, política y social en la que estaba sumido".

Pues no sólo se devolvió la soberanía de los hidrocarburos al Estado, que han reportado un beneficio de 33.000 millones de dólares en 10 años, sino que la lucha contra la corrupción y la evasión de impuestos ha traído una mejor eficiencia en la administración de estos recursos hasta el punto de recaudar 100.889 millones de dólares entre 2007 y 2016.

De esta forma la inversión pública pudo crecer del 4,4 a más del 10 por ciento el pasado año, otra vía para "saldar la enorme deuda social que existe en nuestros países".

"De esta forma todos crecen, hasta los ricos que en los últimos 10 años lo han hecho en un 40 por ciento, mientras los pobres también lo hicieron un 118 por ciento", subrayó.

Sin embargo, más allá del avance que hoy exhibe Ecuador en todos los sectores, el legado que deja Correa es haber superado el "inmovilismo social".

"Me encontré un país desmoralizado que había perdido la esperanza, lleno de desánimo", expresó.

"El mayor logro es el espíritu que hay, el orgullo de ser ecuatoriano, la actitud frente al futuro, la confianza de que podemos hacer las cosas iguales o mejores que cualquier país", aseveró al finalizar su exposición en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

El presidente suramericano también recibirá hoy la Orden "José Martí", la más alta distinción que otorga el Consejo de Estado de Cuba a distinguidas personalidades de la isla e internacionales, y sostendrá conversaciones con su homólogo caribeño, Raúl Castro.

Correa llegó a la Mayor de las Antillas el pasado miércoles, específicamente a la oriental provincia de Santiago de Cuba (alrededor de 900 kilómetros al este de la capital) donde realizó varias actividades.

Esta es la última visita a la isla de Correa como presidente de Ecuador, quien cederá el cargo el próximo 24 de mayo a Lenín Moreno, del gobernante partido Alianza País.

  
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Presidente ecuatoriano da clave del éxito del "socialismo del siglo XXI"

Spanish.xinhuanet.com 2017-05-06 04:46:46

LA HABANA, 5 may (Xinhua) -- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy que la clave del éxito del "socialismo del siglo XXI" es poner la economía en función del bienestar humano y lograr que el poder político defienda el interés común de las grandes mayorías.

Luego de recibir el doctorado Honoris Causa en Ciencias Económicas que otorga la Universidad de La Habana a destacadas figuras nacionales y extranjeras, Correa ofreció una conferencia magistral, donde expuso sus experiencias vividas en los 10 años en la Presidencia.

"Son los conceptos los que hacen la diferencia. Lo fundamental del socialismo del siglo XXI es la supremacía del trabajo humano sobre el capital, expresada en salarios dignos, estabilidad laboral, seguridad social, justa distribución de la producción y del progreso técnico", dijo.

Correa recordó que América Latina es el continente más desigual del planeta, por eso, a su juicio, cualquier proceso político progresista tiene que plantear en primer orden una justa redistribución de la riqueza, que se traduzca en transformaciones sociales profundas.

Aunque, dijo, este intento conlleve a enfrentamientos con la derecha, presiones de grupos de poder y pugnas de intereses que buscarán revertir la actual realidad de algunas naciones de la región, cuyos gobiernos velan por garantizar mayor equidad y progreso compartido.

"El desarrollo es básicamente una cuestión política y luego lo técnico, el manejo de los recursos, la economía política", afirmó.

"Nos han vuelto funcionales para los intereses del capital financiero, por eso resulta vital que el poder político lo tenga el pueblo para cambiar el estado burgués, acabar el neoliberalismo y fortalecer el poder del Estado", señaló.

El mandatario consideró que resulta impostergable ubicar al ser humano no como un medio de producción, sino el fin mismo de ésta y lograr que el mercado se someta a las necesidades de la sociedad y no viceversa, como tradicionalmente ocurre.

Además que el conocimiento sea reconocido como un bien público "sin rivalidad del consumo" y de libre acceso pero para eso, argumentó, se necesita una "nueva gestión", tanto de este patrimonio como de la innovación.

Al respecto se refirió a los cambios promovidos en sus dos gestiones presidenciales en Ecuador (enero 2007-mayo 2017) y mostró cifras que sustentan la afirmación presentada de que el suyo es un país "en franco desarrollo, con estabilidad política, democracia plena, soberanía, capacidades, justicia y dignidad".

Todo ello logrado gracias a la aplicación de medidas de marcado impacto social y transformaciones institucionales que contribuyeron a que Ecuador se convirtiera en una década en la tercera nación menos desigual del continente (0,465 en 2016), según el coeficiente Gini.

A pesar, incluso, de la seria crisis sufrida por ese país desde 2015 debido a cuestiones externas (caída de los precios del petróleo) e internas (desastres naturales, terremoto de 2016 y embates por el fenómeno climatológico de El Niño).

"Técnicamente Ecuador superó la recesión en apenas dos años y sin tener una moneda propia, sin tener que aplicar programas de ajuste ni los tradicionales paquetazos neoliberales, con el mínimo costo social posible y con una increíble capacidad de recuperación", destacó.

Algunas de las estrategias que mejores resultados le han aportado a Quito en esta coyuntura, de acuerdo con Correa, fueron la de elevar los aranceles de algunas importaciones, reducir el gasto público y un adecuado manejo financiero.

Esto, unido a un conjunto de medidas implementadas con anterioridad para mejorar los ingresos netos fiscales, como es el caso de recomprar la deuda externa, renegociar los contratos petroleros e incrementar la recaudación tributaria, "han rescatado al país de la profunda crisis económica, política y social en la que estaba sumido".

Pues no sólo se devolvió la soberanía de los hidrocarburos al Estado, que han reportado un beneficio de 33.000 millones de dólares en 10 años, sino que la lucha contra la corrupción y la evasión de impuestos ha traído una mejor eficiencia en la administración de estos recursos hasta el punto de recaudar 100.889 millones de dólares entre 2007 y 2016.

De esta forma la inversión pública pudo crecer del 4,4 a más del 10 por ciento el pasado año, otra vía para "saldar la enorme deuda social que existe en nuestros países".

"De esta forma todos crecen, hasta los ricos que en los últimos 10 años lo han hecho en un 40 por ciento, mientras los pobres también lo hicieron un 118 por ciento", subrayó.

Sin embargo, más allá del avance que hoy exhibe Ecuador en todos los sectores, el legado que deja Correa es haber superado el "inmovilismo social".

"Me encontré un país desmoralizado que había perdido la esperanza, lleno de desánimo", expresó.

"El mayor logro es el espíritu que hay, el orgullo de ser ecuatoriano, la actitud frente al futuro, la confianza de que podemos hacer las cosas iguales o mejores que cualquier país", aseveró al finalizar su exposición en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

El presidente suramericano también recibirá hoy la Orden "José Martí", la más alta distinción que otorga el Consejo de Estado de Cuba a distinguidas personalidades de la isla e internacionales, y sostendrá conversaciones con su homólogo caribeño, Raúl Castro.

Correa llegó a la Mayor de las Antillas el pasado miércoles, específicamente a la oriental provincia de Santiago de Cuba (alrededor de 900 kilómetros al este de la capital) donde realizó varias actividades.

Esta es la última visita a la isla de Correa como presidente de Ecuador, quien cederá el cargo el próximo 24 de mayo a Lenín Moreno, del gobernante partido Alianza País.

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