QUITO, 30 mar (Xinhua) -- Los candidatos a la presidencia de Ecuador, el oficialista, Lenín Moreno, y el ex banquero opositor, Guillermo Lasso, cerraron hoy con mítines políticos sus campañas electorales de cara a la segunda vuelta del próximo domingo.
Moreno, quien sufre de paraplejia y ejerció como vicepresidente de 2007 a 2013, cerró este jueves su campaña con un acto masivo en un populoso sector del sur de Quito, la capital, tras 20 días de recorrer el país para captar votos.
El candidato oficialista, de talante conciliador, alentó a votar por él para "seguir construyendo el Ecuador del futuro".
A las urnas están convocados el próximo 2 de abril más de 12,8 millones de ecuatorianos habilitados para votar.
"Vamos con el diálogo, con los acuerdos mínimos, con tolerancia y con respeto. Vamos a regresar la mirada al campo y vamos a impulsar a los jóvenes para emprender", dijo Moreno, quien tiene el apoyo de sectores populares y de la clase media que apoyan las políticas socialistas del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en el poder desde 2007.
Por su parte, Lasso, quien se presenta como la opción del "cambio", cerró su campaña con una concentración en un coliseo deportivo en Guayaquil, capital de la provincia de Guayas (suroeste), su ciudad natal.
"Este domingo vota por el cambio, hemos dejado hasta la última gota de sudor en la cancha. Dejemos atrás ese Ecuador de división y odio", dijo el ex banquero, quien busca poner fin a una década de lo que define como el modelo "correísta".
"Vamos a ser un gobierno del reencuentro, de la unidad entre todos los ecuatorianos", agregó el candidato de la oposición, quien cuenta con el apoyo de los empresarios, la clase alta y líderes de partidos opositores que decidieron respaldarlo en su carrera por la presidencia.
Este es el segundo intento de Lasso, por llegar al Palacio de Carondelet, ya que en las elecciones de 2013 perdió ante Correa.
Tanto Lasso como Moreno denunciaron ser víctimas de campañas sucias de cara a los comicios y no debatieron ante la opinión pública sobre sus programas de gobierno.
La campaña se centró en denuncias de corrupción y en poner en la palestra pública si los ecuatorianos quieren un cambio o un continuismo.
Hasta el pasado 22 de marzo, cuando todavía era posible publicar pronósticos electorales, varias encuestas ubicaron a Moreno como favorito en las intenciones del voto.
La analista política, Katalina Barreiro, dijo a Xinhua, que los sondeos se han convertido en el termómetro de las últimas campañas presidenciales en el mundo, pero "curiosamente también se han convertido en los instrumentos más impredecibles a la hora del resultado".
En la primera vuelta en los comicios del pasado 19 de febrero, Moreno estuvo a un paso de conquistar la presidencia con más del 39 por ciento de los votos válidos, frente a Lasso, quien obtuvo más del 28 por ciento.
Para vencer, el candidato oficialista necesitaba alcanzar al menos el 40 por ciento de votos y una diferencia de 10 puntos sobre Lasso.
El politólogo Santiago Basabe descartó que "la segunda vuelta sea un escenario en el que podemos decir que Lasso gana con mucho, (o) que Moreno gana con mucho".
Sostuvo además que en los comicios se verá el comportamiento de los electores de los otros seis candidatos que participaron divididos en la contienda de febrero, cuyos votos pueden definir la segunda vuelta el próximo domingo.
El presidente Correa declaró este jueves que Ecuador vivirá las elecciones presidenciales "más ideológicas" de su historia, ya que están en juego dos modelos distintos de Estado.
"Está en juego el modelo privatizador, el modelo liberal, del individualismo, y el modelo que sin negar al individuo, entiende bastante bien que se requiere la acción colectiva, la participación del Estado, servicios como derechos, no como mercancías", dijo Correa durante la inauguración de un hospital.
"Desde hace décadas no veíamos una elección tan polarizada, tan marcada en términos ideológicos (...) eso no es malo, es bueno, si tenemos madurez democrática, si el debate es de ideas, si se procesa en las urnas", agregó al convocar a los ecuatorianos a prepararse para la "fiesta democrática" del próximo domingo.
