BEIJING, 21 mar (Xinhua) -- La entrada en vigor del tratado de libre comercio (TLC) entre China y Australia en diciembre de 2015 se ha traducido en un fuerte crecimiento del comercio de productos agrícolas, los servicios y las inversiones en ambos sentidos después del auge minero de la década anterior.
En un contexto de incertidumbre en la economía mundial, la cooperación entre China y Australia -ambas defensoras y motores del libre comercio en la región de Asia-Pacífico- inyectará, de acuerdo con las expectativas, nueva energía no sólo a la globalización sino a la integración regional.
En la actualidad, los dos países afrontan una reestructuración industrial: Australia busca la diversificación y China, por su parte, un crecimiento dirigido por el consumo. Con este telón de fondo, su cooperación se ha extendido a otros sectores además de la minería.
En los últimos años, la inversión china en el país oceánico se ha incrementado rápidamente y, de hecho, China se ha convertido en el principal inversor en Australia. Las finanzas, los servicios, la agricultura o las infraestructuras, entre otros campos, se han convertido en nuevos puntales de cooperación entre los dos países.
Desde que entrase en vigor el 20 de diciembre de 2015, el TLC bilateral supuso una bajada inmediata de las tasas arancelarias para la carne de res, el vino, las frutas y otros productos australianos, y las dos naciones se han beneficiado de un aumento en el comercio en ambos sentidos.
En 2016, el comercio bilateral llegó a 103.500 millones de dólares estadounidenses y, por octavo año consecutivo, China fue el mayor socio comercial de Australia, mientras ésta se convirtió en el octavo mayor socio comercial de la nación asiática.
Los productos lácteos y los suplementos alimenticios para la salud australianos han crecido notablemente y las exportaciones a China en ambos sectores crecieron un 70 por ciento desde que el acuerdo de libre comercio entrase en vigor.
Los servicios han experimentado un impulso considerable en el comercio en ambos sentidos, aumentando un 20 por ciento en el año fiscal 2015-2016.
Además, el norte de Australia está buscando activamente convertirse en parte de la iniciativa china de la Franja y la Ruta, en una apuesta por desarrollar la región.
La Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, nombre completo de la citada iniciativa, fue lanzada en 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, con el objetivo de construir una red comercial y de infraestructuras que conecte Asia con Europa y Africa a lo largo de las antiguas vías comerciales.
La apuesta por desarrollar el norte de Australia es un ambicioso plan que será desplegado en los próximos 20 años. La zona representa el 40 por ciento de la masa continental del país, pero está escasamente poblada.
El anterior gobierno australiano había dicho en un libro blanco que el futuro del norte de Australia "vendría de su gente, su ingenio, su diversidad y su proximidad a Asia".
El embajador australiano ante China, Jan Adams, considera que la iniciativa de la Franja y la Ruta de China y los planes de desarrollo para el norte de su país son altamente complementarios a un nivel estratégico, y destaca que ambas partes han alcanzado consensos sobre la creación de sinergias entre los dos proyectos citados.
Al tiempo, ambas naciones, como miembros del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, la Cumbre de Asia del Este y el Grupo de los Veinte (G20), concuerdan sobre la necesidad de mejorar el libre comercio y la globalización, en el contexto de diversas incertidumbres a nivel global y el surgimiento del proteccionismo en algunos países occidentales.
China y Australia, también como partes de las negociaciones hacia la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, siglas en inglés), son partidarios de aprovechar los bloques existentes para mejorar la integración de Asia-Pacífico.
El vicepresidente del Instituto Chino de Estudio Internacionales, Ruan Zongze, afirmó que ahora, en este momento crucial para el futuro de la globalización, China y Australia deben trabajar conjuntamente para salvaguardar el libre comercio, hacer frente al proteccionismo e impulsar la integración regional.
