RIO DE JANEIRO, 20 mar (Xinhua) -- El Gobierno brasileño podría tomar represalias contra Chile si el Ejecutivo que preside Michele Bachelet suspende las importaciones de carne brasileña a raíz de la operación Carne Débil, que desmanteló una red que adulteraba la carne, tanto para el consumo nacional como para las exportaciones, informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, afirmó ante la prensa que si Chile confirma la suspensión de las importaciones de carne brasileña, Brasil tendrá una "reacción fuerte" con el país sudamericano, uno de los dos de todo el subcontinente con el que no comparte frontera.
"El comercio está hecho de codazos. Si tengo que tener una reacción más fuerte con Chile para proteger el mercado brasileño lo haré con total tranquilidad", dijo Maggi ante la prensa, además de explicar que cuenta con todo el apoyo del presidente Michel Temer.
Chile fue uno de los países que anunció que suspenderá temporalmente las importaciones de carne brasileña a raíz del escándalo, aunque no especificó si el embargo es para toda la carne brasileña o bien para la procedente de los 21 frigoríficos acusados de manipular y adulterar la carne ilegalmente.
"No sé si Chile está hablando de las 21 o del total, pero lo que no me gustaría ver de Chile es la suspensión total (de importación de carne)", amenazó el ministro brasileño.
Maggi resaltó la voluntad del Gobierno brasileño de negociar con todos los países que suspendan las importaciones de carne brasileña, entre los que se encuentran la Unión Europea como bloque, Corea del Sur, Egipto y Chile.
"Quiero conversar con cada país, estamos siendo extremadamente transparentes", agregó el ministro.
El escándalo ha causado un gran daño a la imagen internacional de la carne brasileña, y varios países han vetado por el momento las importaciones.
Según datos oficiales, Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo, y el cuarto en el segmento de cerdo, con las ventas externas de esos tres sectores representaron el año pasado el 7,2 por ciento de ese comercio, con 11.600 millones de dólares.
Entre las empresas investigadas se encuentran las multinacionales JBS y BRF, dueñas de marcas como Seara, Perdigao y Friboi.
Por el momento, las empresas aseguraron que están colaborando con las investigaciones y negaron cualquier adulteración en los productos.
Según la policía, parte del dinero logrado con la venta de carne adulterada iba a los cofres del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el del presidente Michel Temer, y el Partido Progresista (PP).
