PANAMA, 16 feb (Xinhua) -- Economistas reunidos en un foro celebrado este jueves en Panamá defendieron la existencia de los paraísos fiscales y criticaron el modelo del Estado del bienestar por "destruir" los incentivos para el progreso de las personas.
El encuentro, bajo el título "Ampliando los caminos hacia sociedades abiertas" y organizado por Goethals Consulting Corp, sesionará hasta el viernes en un hotel de la capital panameña.
La economista liberal Barbara Kolm, quien hizo una exposición sobre la encrucijada que enfrenta Europa, afirmó que para que haya un paraíso fiscal tiene que haber un infierno fiscal.
"Los paraísos fiscales son legales. Es una manera de ser más competitivos. Es algo positivo. La idea de destruirlos va a destruir el progreso y bienestar", aseveró.
Sobre el futuro de Europa, Kolm aseguró que es necesario repensar las cosas en esa parte del mundo porque, a su juicio, está en declive.
En su opinión, se está imponiendo un imperialismo financiero que busca aplicar unas mismas normas fiscales para todos los países, pero auguró que esa intención está condenada al fracaso a causa de las distintas mentalidades nacionales.
Kolm señaló que esta política está afectando a los incentivos a la producción, y esgrimió que una muestra de que ese no es el camino fue cómo Irlanda pasó de "ser el enfermo de Europa y un Estado desastroso hace 30 años" a convertirse en un ejemplo.
Una de las claves del modelo irlandés, apuntó, es que creó incentivos fiscales para empresas e individuos.
Por su parte, el economista francés Pascal Salín, al igual que Kolm vinculado a la escuela austríaca, disertó sobre los aspectos "destructivos" de la fiscalidad y del Estado de bienestar y opinó que cuando las personas reciben bienes y servicios gratis los incentivos desaparecen.
Así, cuestionó la capacidad de los Gobiernos de crear impuestos y criticó que los bancos centrales manejen el cambio de moneda, porque ello puede generar crisis.
Salin, que abogó por una mayor transparencia fiscal, reprobó la aplicación en Europa de impuestos progresivos, a los que definió como una discriminación para las personas más productivas y que son quienes generan las oportunidades.
"En Francia los emprendedores son castigados por el alto impuesto progresivo. No podemos ignorarlo, porque destruye el emprendimiento y obliga a las personas al autoexilio", argumentó. Fin
