RIO DE JANEIRO, 18 jul (Xinhua) -- El presidente de la estatal Petróleo Brasileño S.A. (Petrobras), Pedro Parente, negó hoy que tenga intención de privatizar la compañía, tal y como aseguran sectores de izquierda, aunque no descartó abrir un poco el control de la empresa al sector privado.
"Creo que la sociedad brasileña no está madura para discutir, y esto sí que es un dogma, la privatización de Petrobras", dijo el directivo en una entrevista publicada este lunes en el diario "Folha" de Sao Paulo.
Parente, a cargo desde hace dos meses tras el cambio de Gobierno, dijo que una de las razones de la crisis que vive la mayor empresa de Brasil fue "hacer deliberadamente la elección de estos deshonestos (directivos) para liderar la empresa", de la que desviaron al menos 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2014.
El directivo dijo que no habrá "dogmas" a la hora de vender activos y reconoció que se está analizando el poder compartir el control de algunas filiales de Petrobras con el sector privado.
"En el caso de que abriéramos la mayor parte del control, sería con un co-control", dijo Parente en la entrevista, en la que agregó que esto se haría con tres condiciones: "maximizar el valor de los activos, preservar la empresa con una estructura vertical y mantener los intereses estratégicos".
Parente aseguró que encontró una compañía "muy enferma. Hace un año y medio; era una hemorragia aguda: no tenía balance y estaba en el límite de provocar un rescate de las deudas. La directiva que llegó en aquella época consiguió resolver esta hemorragia, pero todavía hay problemas complicados".
Petrobras vive una grave crisis económica a raíz de la red de corrupción formada por directivos, políticos y empresarios, que inflaban los contratos y el dinero sobrante se lo repartían, causando un prejuicio millonario a la petrolera.
Debido a ello, Petrobras anunció un plan para vender activos para hacer caja, ante los graves problemas financieros que atraviesa.
Para intentar ayudar a la empresa, que tiene por obligación participar en todas las licitaciones en la zona del presal, en aguas profundas del océano Atlántico, el Congreso aceleró el trámite de un proyecto de ley que pretende flexibilizar el régimen petrolero y limitar los privilegios de Petrobras como operadora única en estos yacimientos.
La propuesta contempla que Petrobras tenga preferencia a la hora de decidir si quiere operar el bloque a ser licitado, por lo que será la petrolera la que decida o no sobre dicha responsabilidad, sin tener la obligación como hasta ahora.
El anuncio de venta de activos provocó duras críticas por parte de sindicatos y partidos de izquierda, al considerar que va contra los intereses de Brasil y favorece a compañías privadas.
