BRASILIA, 17 jun (Xinhua) -- La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que el proceso de "impeachment" en su contra tiene como objetivo interrumpir las investigaciones de la Operación Lava Jato (lavadero), que reveló un amplio esquema de corrupción en Petrobras y otras empresas públicas.
En visita a la ciudad de Lauro de Freitas en el estado de Bahía (noreste), Rousseff dijo también que el gobierno interino apunta a eliminar avances sociales conquistados durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).
"Las razones del 'impeachment' (juicio político) están quedando cada vez más claras para la población. Es desmontar el gobierno que construimos a lo largo de los últimos 13 años. Es querer disminuir el control sobre todos los procesos que lleva a la Lava Jato. Es intentar negociar una forma de interrumpir investigaciones", afirmó.
Rousseff calificó el proceso de juicio político de "fraudulento y golpista", además de reiterar que no cometió ningún crimen de responsabilidad que justifique su destitución.
"Es un golpe que se muestra cada día más claro. Cada vez que pase el tiempo, el juicio será el juicio que el pueblo brasileño va a hacer, y ese juicio deja claro que este es un proceso que tiene muy poca base de lo que ellos llaman pedaleo fiscal", apuntó.
Acusó al gobierno interino de Michel Temer de pretender "acabar con los programas sociales", reducir gastos en salud y educación, así como "entregar el patrimonio" del país con el cambio de modelo de explotación de los campos petroleros submarinos presal.
Con relación a las recientes revelaciones en el ámbito de la Operación Lava Jato, la mandataria suspendida reafirmó apoyar las investigaciones, aunque dijo no estar de acuerdo con filtraciones selectivas y con el uso de la información de forma parcial.
"Los excesos no son correctos. El hecho de haber excesos tiene que ser corregido, pero no se puede alegar por eso que no se investigue", señaló.
La divulgación esta semana de la delación premiada del ex presidente de la empresa Transpetro, Sergio Machado, golpeó duramente al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Temer.
Como consecuencia de las revelaciones, la víspera renunció el ministro de Turismo, Henrique Alves, y el propio Temer fue salpicado por las denuncias, acusado de haber solicitado fondos ilícitos para financiar la campaña electoral de un candidato pemedebista en 2012.
Tres semanas atrás, el presidente del PMDB, Romero Jucá, también dejó el gabinete ministerial después de que fueran divulgados audios grabados en marzo en que afirmaba que había que cambiar el gobierno para "estancar la sangría" provocada por la Lava Jato en el medio político.
Rousseff fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo pasado por 180 días, para ser sometida por el Senado a juicio político ante supuestas irregularidades administrativas en el área fiscal.