El presidente de Cuba, Raúl Castro y el presidente estadounidense Barack Obama participan en una conferencia de prensa en el Palacio de la Revolución, en La Habana, capital de Cuba, el 21 de marzo de 2016. Obama se reunió con el líder cubano Raúl Castro por su segundo día en La Habana el Lunes. (Xinhua / Joaquín Hernández)
LA HABANA, 21 mar (Xinhua) -- Los presidentes de Cuba, Raúl Castro y de Estados Unidos, Barack Obama, coincidieron este lunes en afirmar que el proceso de normalización de las relaciones bilaterales avanza, pero el camino a seguir será largo y complejo.
En conferencia de prensa conjunta realizada desde el Palacio de la Revolución, sede del gobierno de la Isla, los mandatarios reiteraron su disposición y voluntad de continuar a paso firme el curso anunciado el 17 de diciembre de 2014, cuando informaron sobre el restablecimiento de los vínculos diplomáticos entre ambos países.
En este sentido, Castro enfatizó en la necesidad de enriquecer la actual relación a partir de una convivencia respetuosa y civilizada que contribuya a la estabilidad, la paz y el desarrollo de las dos naciones.
"Eso implica aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de las relaciones, concentrarnos en lo que nos acerca y no en lo que nos separa (...) derrumbar un puente es fácil, reconstruirlo sólidamente es una tarea mucho más larga y difícil", advirtió Castro.
No obstante, insistió en que lo más relevante es haber dado los primeros pasos para cimentar una relación de nuevo tipo sin precedentes en la historia de Cuba y Estados Unidos.
Al respecto, Obama reconoció que se trata de un "nuevo día" para los dos países, mientras admitió que acogerá cualquier diálogo constructivo y con actitud de respeto mutuo capaz de encauzar el trabajo conjunto.
Asimismo, indicó que su administración seguirá avanzando para ampliar las oportunidades de cooperación con Cuba, aunque una vez más pidió al Congreso levantar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por su gobierno unilateralmente a la Isla en 1961, y convertido en ley en 1994.
Obama, además, destacó el progreso en los acuerdos de colaboración suscritos hasta el momento, lo que a su juicio refleja la disposición de ambos países por continuar fomentando estos nexos.
Además, celebró la decisión de Cuba de eliminar el gravamen del 10 por ciento al dólar estadounidense anunciado el pasado jueves por el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Al mismo tiempo, consideró este tipo de demostraciones pueden generar más oportunidades para desarrollar el comercio y la creación de empresas conjuntas.
De igual forma se refirió a la ampliación de los intercambios educativos, en la lucha contra el narcotráfico, las telecomunicaciones, los negocios en línea, la protección de los océanos, el cambio climático, el desarrollo biotecnológico, la transferencia de tecnología en el campo de la salud, la energía renovable, entre otros.
El presidente de Cuba, Raúl Castro y el presidente estadounidense Barack Obama participan en una conferencia de prensa en el Palacio de la Revolución, en La Habana, capital de Cuba, el 21 de marzo de 2016. Obama se reunió con el líder cubano Raúl Castro por su segundo día en La Habana el Lunes. (Xinhua / Joaquín Hernández)
Sobre la reunión oficial que sostuvo más temprano durante más de dos horas con su homólogo cubano, Obama manifestó que mantuvieron una conversación franca y honesta, donde analizaron los resultados alcanzados en estos 15 meses de restablecimiento de relaciones e intercambiaron también sobre las diferencias existentes entre sus respectivos proyectos sociales.
En este sentido el jefe de Estado norteamericano reiteró que continuará abogando por el respeto a los derechos humanos y la democracia, aspectos álgidos de la relación bilateral, debido a las profundas diferencias que existen entre ambos países al respecto.
Esto no significa que su gobierno pretenda inmiscuirse en los asuntos internos de la Isla, pues según sus palabras, "el destino de Cuba no va a ser decidido por Estados Unidos ni por otra nación; el futuro será decidido por lo cubanos (...) nosotros pensamos que el cambio debe venir de adentro".
Obama se mantuvo cauteloso al responder sobre este asunto a pesar de las persistentes interrogantes de periodistas de su comitiva.
Ante las preguntas, prefirió afirmar que "este no tiene que ser el único asunto a debatir, existen otros importantes como los de la economía, salud, intercambios científicos, cooperación internacional, así como temas de alcance regional e internacional".
Por su parte, el presidente Raúl Castro fue enfático en rechazar la politización de algunos medios de comunicación sobre los derechos humanos en Cuba; no obstante, reconoció que de los 61 instrumentos internacionales suscritos, la Mayor de las Antillas cumple a cabalidad con 47.
Castro destacó el hecho de que ningún Estado del mundo es infalible a este tema, pero subrayó que en Cuba se privilegian muchos derechos como la salud gratuita, la enseñanza, la equidad de género, entre otros.
"Habrá unos países que cumplan más y otros cumplen menos, pero no se puede seguir utilizando ese argumento en la confrontación política, no es justo, no es correcto. No quiero decir que no sea honesto porque eso forma parte de las diferencias, vamos a trabajar para que todos podamos cumplir con todos los derechos humanos", dijo el mandatario cubano.
Castro finalmente reiteró su reclamo de poner fin al bloqueo, para lo cual se requiere adoptar nuevas medidas encaminadas a "desmantelar" esa hostil política, y exigió la devolución del territorio de Guantánamo que ocupa ilegalmente la Base Naval norteamericana, como elementos obligatorios para una normalización de las relaciones entre los dos países.