BEIJING, 9 mar (Xinhua) -- El borrador de la ley de caridad, la primera en regular las actividades caritativas, fue entregado hoy miércoles al legislativo nacional de China con el fin de buscar la ayuda de los buenos samaritanos para alcanzar el objetivo de reducción de la pobreza para 2020.
El país espera que la nueva ley estimule a más ciudadanos comunes, empresas y organizaciones sociales a dedicarse a programas de caridad, según dijo Li Jianguo, vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), al explicar los detalles del borrador de la ley a los diputados de la APN en la sesión anual del legislativo nacional.
China planea sacar de la pobreza de aquí a 2020 a todos los residentes rurales que viven por debajo del actual umbral de pobreza. La cifra se situó en cerca de 70 millones de personas a finales del año pasado, tomando el estándar de ingresos netos per cápita de 2.800 yuanes (430 dólares) al año.
"Los programas caritativos son imprescindibles para la lucha contra la pobreza. Aprobar una ley de caridad ... ayuda a las fuentes no gubernamentales a trabajar conjuntamente en la toma de medidas específicas para aliviar y eliminar la pobreza y contribuye a lograr el objetivo de construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos", señaló Li.
Otra razón importante para elaborar el proyecto es la de atajar deficiencias y problemas en las actividades caritativas, que han aumentando mucho en los últimos años, explicó Li.
El monto de las donaciones a programas de caridad se incrementó de 10.000 millones de yuanes (1.540 millones de dólares) en 2006 a unos 100.000 millones de yuanes en la actualidad.
Muchas organizaciones de caridad no han establecido métodos de administración interna adecuados ni operan bajo protocolos establecidos, y el sector de la caridad aún no ha desarrollado un mecanismo autodisciplinario, admitió Li.
La nueva ley tiene por objetivo promover la causa y aumentar la concienciación pública, ya que los chinos no están acostumbrados a participar en actividades caritativas.
Aunque existen algunas leyes y normas gubernamentales que regulan en cierta medida las actividades caritativas, no son completas ni están actualizadas ni coordinadas, y no son capaces de responder al vigoroso desarrollo actual de la caridad.
Unos 800 diputados nacionales han presentado 27 mociones y 29 propuestas desde 2008 para promover la redacción de la ley de caridad. El proyecto de ley fue sometido a lectura por primera vez en la sesión bimestral del Comité Permanente en octubre del año pasado y a segunda lectura dos meses después.
El proyecto de ley, que consta de 12 capítulos y 112 artículos, define las actividades y las organizaciones de caridad y regula los criterios de financiación de dichas organizaciones y cómo éstas deben registrarse.
También aborda la administración interna de las organizaciones de caridad, la obligación de revelar información, la obtención de fondos y las medidas para estimular las donaciones caritativas, tales como las deducciones tributarias.
En la actualidad, un pequeño número de organizaciones de caridad tienen autorización para recibir donaciones del público general, como la Sociedad de la Cruz Roja de China, y otras solamente pueden recaudar fondos desde un grupo específico de donantes.
El proyecto relaja la restricción y amplia el campo al estipular que los grupos caritativos registrados legalmente pueden solicitar al departamento de asuntos civiles un certificado de recaudación de fondos públicos tras dos años de funcionamiento y pueden obtenerlo si cuentan con un gobierno interno adecuado y respetan los protocolos. La disposición se considera un esfuerzo por facilitar el trabajo de los grupos caritativos.
La recaudación de fondos en internet ha sido usada ampliamente, pero es vulnerable al fraude y las malas prácticas. El proyecto exige a los grupos de caridad que publiquen información sobre su recaudación de fondos en las plataformas designadas por el gobierno o en sus páginas web.
El proyecto también prohíbe a los grupos de caridad sin certificado apropiado o individuos que recaben dinero del público. Aquellos que violen la regla deberán devolver las donaciones y se enfrentarían a multas de entre 10.000 y 100.000 yuanes. Si hay dificultades para devolver los fondos a los donantes, el gobierno los confiscará y los transferirá a otras asociaciones caritativas legales.