BEIJING, 5 mar (Xinhua) -- China reveló hoy sábado un proyecto del XIII Plan Quinquenal para el desarrollo económico y social del país en el que se prevé un crecimiento económico medio anual de más del 6,5 por ciento entre 2016 y 2020.
La tasa de crecimiento anual del 6,5 por ciento en el periodo mencionado es el nivel más bajo en más de tres décadas, pero se cree que este es el coeficiente mínimo requerido para que el país materialice la meta de duplicar el producto interno bruto (PIB) y los ingresos per cápita para 2020.
El proyecto se presentó para ser revisado en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN, máximo órgano legislativo del país), que se inauguró hoy sábado.
El PIB de China sobrepasará los 92,7 billones de yuanes (14,2 billones de dólares) en 2020, en comparación con los 67,7 billones de yuanes de 2015, indica el proyecto.
El país implementará una estrategia de desarrollo dirigido por la innovación y promoverá la innovación científica y tecnológica, la innovación masiva y la iniciativa empresarial con reformas y políticas de apoyo, revela el documento.
China mantendrá y mejorará el sistema económico básico, impulsará reformas de las empresas de propiedad estatal y apoyará el desarrollo del sector privado.
Se abolirán las reglas anticuadas dirigidas al sector privado y se animará a las empresas a que entren en más campos, señala el texto.
Además, el país facilitará el acceso de entrada a los servicios, entre ellos el cuidado de menores y la construcción. Se alentará a instituciones extranjeras a que inviertan más en la manufactura avanzada, la alta tecnología, el ahorro energético y la protección ambiental, según el documento.
El proyecto también elabora tareas y objetivos en terrenos que van desde la modernización agrícola, las mejoras en la manufactura y el control de la contaminación, hasta la reducción de la pobreza, la conservación de la energía y la apertura.
China ha fijado la meta de crecimiento del PIB en entre el 6,5 y el 7 por ciento este año, tomando en consideración la necesidad de impulsar la reforma estructural y crear puestos de trabajo. La economía se expandió un 6,9 por ciento en 2015, el ritmo más lento en un cuarto de siglo.
"Un análisis integral de todos los factores muestra que China afrontará problemas y retos más serios en su desarrollo este año, por lo que debemos estar plenamente preparados para hacer frente a un combate díficil", dijo este sábado el primer ministro, Li Keqiang, en un informe sobre la labor del gobierno presentado ante los legisladores nacionales.
"China ha sentado una sólida base material y su economía es enormemente resistente y tiene gran potencial y amplio margen para crecimiento", apuntó Li.
"La ralentización es inevitable, dada la transformación económica general, pero los cimientos para el crecimiento a largo plazo son sólidos", indicó Fang Weifeng, un diputado a la APN procedente de la provincia noroccidental de Shaanxi.
Fang, un planificador económico provincial, pronosticó que la economía se enfrentará a dificultades más duras este año, a medida que la próxima etapa de ajuste estructural dé comienzo.
Entre los objetivos principales para el próximo lustro, los residentes urbanos ascenderán al 60 por ciento de la población desde el 56,1 por ciento de 2015. El valor agregado del sector servicios representará el 56 por ciento del PIB en 2020 frente al 50,5 por ciento del año pasado, la primera vez en que este sector suponía más de la mitad del PIB.
Con miras a fomentar la innovación, el gasto en investigación y desarrollo tendrá una cuota del 2,5 por ciento del PIB en 2020, acercándose a las economías desarrolladas, donde se da la mayor cifra de innovaciones del mundo.
Para 2020, el número de patentes de invención por cada 10.000 ciudadanos chinos se duplicará a 12, mientras que la contribución de la ciencia y la tecnología al crecimiento económico aumentará del 55 al 60 por ciento.
El país contará con 30.000 kilómetros de ferrocarriles de alta velocidad que conectarán el 80 por ciento de las grandes ciudades chinas.
Para ese año, el consumo de agua por cada 10.000 yuanes del PIB bajará un 23 por ciento, mientras que el consumo energético por unidad del PIB se reducirá en un 15 por ciento. Las emisiones del dióxido de carbono también se recortarán en un 18 por ciento.
Las emisiones de cuatro de los principales contaminantes, incluidos el dióxido de azufre y la demanda química de oxígeno, caerán entre el 10 y el 15 por ciento.
China generará más de 50 millones de nuevos empleos urbanos en los próximos cinco años. Se realizarán esfuerzos para sacar a todos los residentes rurales empobrecidos de la pobreza.
El nuevo plan quinquenal llega en un momento en que China está entrando en la "nueva normalidad", una fase caracterizada por un crecimiento moderado basado más en el consumo que en el anterior pilar de las exportaciones y la inversión. Incorpora nuevos conceptos de desarrollo, el más importante de los cuales es la innovación, para lograr un crecimiento equilibrado, coordinado y sostenible.
