ESPECIAL: La hoja de ruta para el futuro de la economía mundial

Actualizado 2015-10-12 05:40:48 | Spanish. xinhuanet. com

Por Carlos Acat Koch

LIMA, 11 oct (Xinhua) -- Una hoja de ruta para el futuro de la economía mundial ha quedado establecida virtualmente al concluir la Reunión de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial (GBM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se celebró en la capital peruana desde el pasado lunes hasta este domingo.

Las conclusiones, recomendaciones y sugerencias que emergieron del foro han quedado a disposición de los países, especialmente en desarrollo o emergentes, para aplicarlos, enfrentar la vulnerabilidad económica y plantear el desafío de la construcción de un nuevo orden.

A lo largo de la semana, en más de 300 mesas de debate, se pusieron en agenda variados temas concatenados, desde la inversión, la pobreza, el cambio climático, los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), la volatilidad de los mercados internacionales, la importancia de reformas, la deuda oculta, la igualdad y desigualdad hasta la participación de las mujeres, la actuación de los jóvenes y la inclusión social, entre otros.

Como bien señalaron en su momento el presidente del GBM, Ban Ki-moon, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, se requiere "crecer, invertir y asegurar" e "inclusión, trabajo igualitario y equidad", respectivamente, para afrontar las dificultades actuales de las crisis financieras.

El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, por su parte, demandó "reescribir las reglas del mercado", afirmando que los países con recursos naturales tienen una deuda pendiente de industrialización, debiendo dejar de depender de las actividades extractivas y potenciar sus recursos humanos, para mejorar su calidad de vida".

En ese contexto, para que la pobreza extrema sea erradicada y que la prosperidad sea compartida con el 40 por ciento de la gente con menores ingresos de los países emergentes según los ODS en el 2030, se debe promover, desde ya, el crecimiento inclusivo, invertir en educación y salud y poner en marcha políticas mesurables para evitar retroceder en esa lucha.

Para ello se necesitan reformas estructurales y minimizar los costos de las caídas, en el caso de los emergentes, de los precios internacionales de sus materias primas, aplicar la innovación tecnológica y maximizar sus propios recursos nacionales.

Al respecto, cabe la conclusión a la que llegó el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), integrado por el denominado Grupo 24 (G-24): "El crecimiento mundial sigue tenue y se han incrementado los riesgos de que los resultados sean menos favorables que los previstos en el segundo semestre de 2015 y 2016".

Agregó que si bien los países de ingreso alto continúan experimentado una recuperación moderadas, existe la posibilidad de condiciones de financiamiento más restrictivas, se agudice la desaceleración y un mayor deterioro en los precios de productos básicos, a la vez de instar al GBM y al FMI a seguir de cerca los riesgos y las vulnerabilidades, intensificando con rapidez la asistencia a fin de apoyar el crecimiento y generar resiliencia, actuando en función anticíclica cuando sea necesario.

El flagelo del cambio climático también quedó registrado en el foro por los riesgos que implica, y la Banca de Desarrollo asumió el compromiso de proporcionar 15.000 millones de dólares suplementarios anuales para integrar el fondo de 100.000 millones de dólares previstos para el 2020.

Además, naciones europeas y organismos multilaterales expresaron su intención de ampliar aportes, sin especificar montos, según expresó el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Francia, Laurente Fabius, cuyo país será anfitrión de la COP21 en diciembre próximo.

El GBM ha declarado que elevará su aporte en 28 por ciento; Ban Ki-moon añadió que urge el consenso y de fijar precio al carbono, reducir los subsidios a los combustibles fósiles, aplicar políticas agrícolas inteligentes e incrementar la inversión en fuente renovables y limpias.

El bloque V-20, conformado por países pobres y vulnerables al cambio climático, se puso en marcha para conciliar posiciones y concordar una reducción de emisiones de carbono, puntualizando que el fenómeno no sólo es de carácter ambiental, sino que demanda una efectiva contribución de los recursos para combatir el impacto y sus secuelas.

Lagarde, a su vez, señaló que las catástrofes naturales, como el cambio climático, traen consecuencias financieras negativas, por lo cual el FMI está en condiciones de recomendar medidas para aliviar la situación financiera.

Respecto a la evasión tributaria corporativa, caso del bloque G-20 que aprobó un paquete de medidas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para combatirla, la recomendación está en que se tomen acciones eficientes, sin dejar fisuras que sean aprovechadas por las multinacionales o inversionistas golondrinos para que, por ejemplo, haya fuga de capitales o se oculten deudas vinculadas a maniobras ilícitas o que no aparecen en los estados contables reales.

En eso también figura tomar providencias frente al alza de intereses de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que redundarían negativamente en las economías, especialmente en aquellas que usan la divisa estadounidense en términos de paridad cambiara o de préstamos.

El FIM, para contribuir con países de bajos ingresos, tiene un plan de tres puntos: Proporcionar préstamos a interés cero; Implementar medidas de creación de empleo, inclusión, cambio climático y transformación económica, y Ayudar a la capacidad de recaudar tributos y financiar la aplicación de los derechos especiales de giro.

Como bien señaló Lagarde, en una de sus intervenciones durante la semana económica y financiera, repitiendo una frase del poeta peruano César Vallejo, "Hay hermanos muchísimo qué hacer".

 
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ESPECIAL: La hoja de ruta para el futuro de la economía mundial

Spanish.xinhuanet.com 2015-10-12 05:40:48

Por Carlos Acat Koch

LIMA, 11 oct (Xinhua) -- Una hoja de ruta para el futuro de la economía mundial ha quedado establecida virtualmente al concluir la Reunión de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial (GBM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se celebró en la capital peruana desde el pasado lunes hasta este domingo.

Las conclusiones, recomendaciones y sugerencias que emergieron del foro han quedado a disposición de los países, especialmente en desarrollo o emergentes, para aplicarlos, enfrentar la vulnerabilidad económica y plantear el desafío de la construcción de un nuevo orden.

A lo largo de la semana, en más de 300 mesas de debate, se pusieron en agenda variados temas concatenados, desde la inversión, la pobreza, el cambio climático, los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), la volatilidad de los mercados internacionales, la importancia de reformas, la deuda oculta, la igualdad y desigualdad hasta la participación de las mujeres, la actuación de los jóvenes y la inclusión social, entre otros.

Como bien señalaron en su momento el presidente del GBM, Ban Ki-moon, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, se requiere "crecer, invertir y asegurar" e "inclusión, trabajo igualitario y equidad", respectivamente, para afrontar las dificultades actuales de las crisis financieras.

El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, por su parte, demandó "reescribir las reglas del mercado", afirmando que los países con recursos naturales tienen una deuda pendiente de industrialización, debiendo dejar de depender de las actividades extractivas y potenciar sus recursos humanos, para mejorar su calidad de vida".

En ese contexto, para que la pobreza extrema sea erradicada y que la prosperidad sea compartida con el 40 por ciento de la gente con menores ingresos de los países emergentes según los ODS en el 2030, se debe promover, desde ya, el crecimiento inclusivo, invertir en educación y salud y poner en marcha políticas mesurables para evitar retroceder en esa lucha.

Para ello se necesitan reformas estructurales y minimizar los costos de las caídas, en el caso de los emergentes, de los precios internacionales de sus materias primas, aplicar la innovación tecnológica y maximizar sus propios recursos nacionales.

Al respecto, cabe la conclusión a la que llegó el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), integrado por el denominado Grupo 24 (G-24): "El crecimiento mundial sigue tenue y se han incrementado los riesgos de que los resultados sean menos favorables que los previstos en el segundo semestre de 2015 y 2016".

Agregó que si bien los países de ingreso alto continúan experimentado una recuperación moderadas, existe la posibilidad de condiciones de financiamiento más restrictivas, se agudice la desaceleración y un mayor deterioro en los precios de productos básicos, a la vez de instar al GBM y al FMI a seguir de cerca los riesgos y las vulnerabilidades, intensificando con rapidez la asistencia a fin de apoyar el crecimiento y generar resiliencia, actuando en función anticíclica cuando sea necesario.

El flagelo del cambio climático también quedó registrado en el foro por los riesgos que implica, y la Banca de Desarrollo asumió el compromiso de proporcionar 15.000 millones de dólares suplementarios anuales para integrar el fondo de 100.000 millones de dólares previstos para el 2020.

Además, naciones europeas y organismos multilaterales expresaron su intención de ampliar aportes, sin especificar montos, según expresó el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Francia, Laurente Fabius, cuyo país será anfitrión de la COP21 en diciembre próximo.

El GBM ha declarado que elevará su aporte en 28 por ciento; Ban Ki-moon añadió que urge el consenso y de fijar precio al carbono, reducir los subsidios a los combustibles fósiles, aplicar políticas agrícolas inteligentes e incrementar la inversión en fuente renovables y limpias.

El bloque V-20, conformado por países pobres y vulnerables al cambio climático, se puso en marcha para conciliar posiciones y concordar una reducción de emisiones de carbono, puntualizando que el fenómeno no sólo es de carácter ambiental, sino que demanda una efectiva contribución de los recursos para combatir el impacto y sus secuelas.

Lagarde, a su vez, señaló que las catástrofes naturales, como el cambio climático, traen consecuencias financieras negativas, por lo cual el FMI está en condiciones de recomendar medidas para aliviar la situación financiera.

Respecto a la evasión tributaria corporativa, caso del bloque G-20 que aprobó un paquete de medidas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para combatirla, la recomendación está en que se tomen acciones eficientes, sin dejar fisuras que sean aprovechadas por las multinacionales o inversionistas golondrinos para que, por ejemplo, haya fuga de capitales o se oculten deudas vinculadas a maniobras ilícitas o que no aparecen en los estados contables reales.

En eso también figura tomar providencias frente al alza de intereses de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que redundarían negativamente en las economías, especialmente en aquellas que usan la divisa estadounidense en términos de paridad cambiara o de préstamos.

El FIM, para contribuir con países de bajos ingresos, tiene un plan de tres puntos: Proporcionar préstamos a interés cero; Implementar medidas de creación de empleo, inclusión, cambio climático y transformación económica, y Ayudar a la capacidad de recaudar tributos y financiar la aplicación de los derechos especiales de giro.

Como bien señaló Lagarde, en una de sus intervenciones durante la semana económica y financiera, repitiendo una frase del poeta peruano César Vallejo, "Hay hermanos muchísimo qué hacer".

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