El primer ministro señaló que todos los responsable del accidente, trátese de quien se trate, deberán asumir la responsabilidad y ser sancionados de acuerdo con las leyes y la disciplina. Los castigos correspondientes, incluida la destitución del cargo, se impondrán como corresponda. La negligencia, el incumplimiento del deber o la corrupción no se tolerarán. Y los involucrados en actividades de violación a la ley o en delitos serán entregados a los órganos judiciales.
Li pidió al grupo de investigación que incremente sus esfuerzos y presente el informe final de su investigación tan pronto como sea posible. Tanto los hallazgos de la investigación como las sanciones resultantes se darán a conocer al público para proporcionar una explicación responsable a los mártires, a las familias de las víctimas y al público en general. Al mismo tiempo, se debe hacer un sólido trabajo sobre las acciones de seguimiento para manejar las consecuencias.
El líder demandó a todos los gobiernos locales y departamentos que aprendan las lecciones del accidente y nunca bajen la guardia en lo referente a la seguridad en sitios de trabajo. En el manejo de importantes asuntos relacionados con la seguridad en sitios de trabajo o lugares públicos, deben aplicarse los estrictos procedimientos de revisión y las regulaciones como lo establece la ley con verdadera honestidad y los encargados deben asumir la debida responsabilidad.
El primer ministro también pidió hacer mayores esfuerzos para mejorar las leyes, las regulaciones y los mecanismos de trabajo correspondientes con el fin de alentar la seguridad en los sitios de trabajo.
Las futuras revisiones de seguridad deben enfocarse en eliminar todos los riesgos potenciales, introducir medidas correctivas y construir instituciones para asegurar que todos los resquicio estén cerrados.
Es particularmente importante fortalecer y mejorar la supervisión de seguridad sobre todos los tipos de artículos peligrosos, y reforzar las inspecciones y las revisiones rutinarias. El propósito, dijo Li, es garantizar que la línea roja de la seguridad en sitios de trabajo no se cruce, y que las vidas y propiedades de nuestra población sean correctamente salvaguardadas. Este principio debe ser cumplido en cada aspecto de nuestro desarrollo económico y social.