Aunque las tasas de crecimiento de China de 7,3 por ciento lograda el año pasado y de 7 por ciento en el primer semestre de este año no se comparan con el crecimiento de doble dígito alcanzado en décadas anteriores, China logró mantener la economía a flote.
Li indicó que un crecimiento de 7 por ciento no es un logro fácil en una economía mundial desacelerada. La tasa está entre las más altas de las economías principales.
Li también señaló que el déficit fiscal del gobierno central, establecido en 1,12 billones de yuanes, es bajo en comparación con los de otras importantes economías mundiales y que existe un gran potencial en los mercados financieros del país.
"China aún tiene muchos instrumentos por usar en sus innovadoras políticas de ajuste macroeconómico y continuará extendiendo medidas específicas para contrarrestar la presión a la baja", explicó Li.
Un signo más alentador, dijo Li, es que la economía de China está más orientada hacia el consumo, el cual representa la mitad de la producción económica de China y 60 por ciento del crecimiento.